miércoles, 7 de septiembre de 2011

Crónica de las VIII Jornadas “Sazonar la Vida”





Madrid, del 1 al 7 de agosto de 2011

Querida familia: Llega el mes de agosto; llegan, por fin, las Jornadas “Sazonar la Vida”. Vamos ya por las octavas.

La Federación ACIT nos reúne en torno al lema “De la memoria al compromiso”, en el Colegio Mayor Santo Tomás de Aquino (“Aquinas”), de Madrid.

Insertos en la celebración del primer centenario de la IT, queremos, para estas Jornadas, continuar el proceso de revisión de las raíces fundacionales. El año pasado buscábamos inspiración en los discípulos de la primera hora, este verano lo hemos dedicado a profundizar en la misión de la Institución, especialmente en la dimensión socioeducativa.

Queriendo alimentar este compromiso, para ser capaces de salir con audacia “al encuentro de las necesidades y esperanzas del mundo”, hemos procurado ofrecer experiencias y momentos que nos ayuden a:
  • Profundizar en nuestra experiencia orante para aprender a escuchar lo que Dios nos pide en cada circunstancia de la vida. 
  • Conocer, desde el origen, la dimensión socioeducativa del carisma 
  • Profundizar en la espiritualidad de la IT acercándonos a las raíces fundacionales. 
  • Posibilitar el diálogo y el contraste de nuestra vida. 
  • Celebrar y compartir la fe y la presencia de Dios en nuestra vida. 
  • Experimentar, en un clima de familia, la pertenencia a la Institución Teresiana. 

Para ello combinamos los espacios de trabajo y reflexión con otros de ocio y descanso, disfrutando y visitando Madrid, La Granja de San Ildefonso y Los Negrales, con actividades deportivas (piscina), cine, espectáculos de magia, juegos, veladas musicales, etc.

Este año hemos acudido más de 80 jornaleros, desde los 2 añitos hasta los .... añazos.

LUNES. ¡COMENZAMOS! Día intenso, de viajes, de reencuentros, de alegrías, de ilusión en las caras de los más jóvenes, y de sobre todo ganas de construir estos días entre todos... El equipo y algunos jornaleros, estábamos ya por la mañana dispuestos a acoger a todos los participantes. Ha sido precioso ver la llegada de cada uno, de cada familia. A media tarde nos reuníamos para la presentación de las Jornadas, la explicación del lema: “De la memoria al compromiso”, la construcción de la CASA, símbolo de nuestra Jornadas y hacer todos juntos la oración de BIENVENIDA. El final del día ha sido espectacular, hemos tenido una función de magia estupenda de las manos de nuestro querido Josemy.

MARTES. Empezamos, como es habitual en nuestras Jornadas, dedicando el día a la oración en "desierto", buscando los cimientos de la casa que queremos construir y compartir. Simultáneamente, los niños tienen sus primeras reuniones con los animadores. Al final de la tarde celebramos nuestra primera Eucaristía. Este año ¡contamos con un sacerdote en el grupo!, Jesús Vicente Bueno, diocesano en Calatayud, amigo entrañable de la IT.

Después de cenar salimos a dar un paseo por Madrid, donde fuimos testigos del cierre de la Puerta del Sol y de una manifestación en la Plaza Mayor de los "indignados". Buen día para comenzar estas Jornadas en la perspectiva del compromiso y los desafíos a nuestra misión.

MIÉRCOLES. El tercer día nos toca profundizar sobre el enfoque socio educativo en la IT, entendido, claro está, en clave de transformación social.

Contamos, por la mañana, con la iluminadora charla de Tusta Aguilar, la cual nos interpela a transformar el mundo desde un cambio de estructuras, no desde el asistencialismo; urgiéndonos a salir de nuestros grupos, de nuestros colegios, de nuestras residencias, y desde una espiritualidad de encarnación, estar con “la mente y el corazón en el momento presente”.

Por la tarde, trabajo en pequeños grupos con el material que Tusta nos había traído con los interrogantes e interpelaciones de su charla y nuestros compromisos reales:

¿Cuáles son los espacios de encuentro que buscamos con los demás? Nuestra vida, nuestro ser es múltiple, tenemos sentido de pertenencia desde identidades múltiples, no nos agotemos en una sola identidad, pues eso sería disminuir a la persona.

También tuvimos un café informativo y vivencial sobre la Asamblea Plenaria.

JUEVES. Hemos llegado a la mitad de las Jornadas. Por la mañana visitamos La Granja de San Ildefonso, los animadores nos brindaron a niños y mayores, la participación en una gimkana por los jardines de La Granja, que acabó con comida y un riquísimo helado.

El plato fuerte viene por la tarde, vamos a Santa María de Los Negrales, donde celebramos con Pedro Poveda y Josefa Segovia el primer centenario de la Institución Teresiana.

Nos recibe en el jardín de Santa María todo el equipo y cada una se encargará de explicarnos alguno de los rincones llenos de historia y de belleza de esta casa. Recorremos todas las instalaciones y a los más jóvenes les encanta el recién estrenado albergue que algún día sueñan con poder utilizar.

Los temas tratados, los momentos de oración y de trabajo, las ricas conversaciones de pasillo, se han ido desplazando, desde la alegría del encuentro y el sentirnos unidos..., pasando por el recuerdo de hacia dónde está caminando la Institución en este momento, hace que la visita a Los Negrales, con el emotivo relato sobre la historia del lugar, y cómo se enzarza con el núcleo fundamental de la IT, nos permite acariciar “la Idea Buena”.

En el centro de todo está la memoria fuerte del origen. Desde esa memoria vamos dando el paso al compromiso, y qué mejor manera de hacerlo que recordando el centenario.

Está también de fondo la recién terminada Asamblea Plenaria, sobre la cual comienzan a gotear noticias que indican una confirmación y profundización de la dirección tomada hace cinco años.

Terminamos la visita con la Eucaristía sobre los restos de San Pedro Poveda. Todo invita a la gratitud, a la esperanza, al compromiso. Loren, directora de la casa, nos obsequia con una bolsita de “lavanda” y todos nos vamos contentos.

Por al noche, cena de pic-nic en el jardín de las Aquinas, amenizada con una película preciosa para niños y mayores.

VIERNES. El fuego que arde al mismo tiempo, junto, siempre arde más. Queda claro después del emotivo y comprometido día que tenemos en torno a la misión.

Frente a la desesperanza que a veces provoca el mundo en general, y los contextos particulares en que nos toca estar, nos reafirmamos en que sí es posible un cambio. Todos estamos comprometidos en cosas concretas. Algunos, en labores directamente relevantes, como la educación, el trabajo asistencial, o las ONGs. Otros, en sus lugares de trabajo un poco más alejados de la primera línea. Pero todos invitados a que esos esfuerzos de diverso tipo se vieran siempre contrastados por la cercanía a los últimos de la sociedad, porque si no, corremos el riesgo de tener un gusto intelectual por la pobreza. Es fundamental querer cambiar las estructuras, desde dentro y esto, forma parte central de la espiritualidad de la IT.

Toca estar atentos y no acomodarnos, sino arriesgarnos. No quedarnos tranquilos y vivir como viven los demás en una condición similar. Hace falta un estilo de vida que sea en alguna medida contra cultural, entendido como no simplemente de acuerdo a la cultura predominante, sostenida por estructuras que crean y perpetúan la pobreza.

Al final de la tarde, cuando escuchamos los testimonios de vida de cuatro jornaleros: Mari Luz Ortega, Jesús Gonzalo, Juan Cózar y Raquel Cerezo, queda confirmado que el esfuerzo, la búsqueda, la audacia, la insistencia, aún con dudas, los sueños… forman parte de lo que se vive en la familia IT.

En los cuatro testimonios quedó claro que a pesar de los fallos, los esfuerzos son fértiles. Que cada uno en su especificidad tiene algo que decir. Que la misión es más rica cuando es compartida. Lo que refuerza la necesidad de tener días como el de hoy, con la necesidad de compartir la misión con otros en la Iglesia, en la sociedad, especialmente con otras organizaciones.

Terminamos el día con una celebración preciosa de las Bienaventuranzas, haciendo un recorrido en oración y con símbolos por cada una de ellas. Textos actualizados, compartidos, orados y celebradas con los demás. Símbolos como el fuego, la sal, y el agua se fueron entrelazando durante la noche. La participación de todos fue emocionante por su vivencia y profundidad.

SÁBADO. El sexto día es tiempo para la recogida y el envío, momento para la síntesis de lo vivido, momento para proyectar compromisos a cumplir durante el próximo curso, momento de evaluación y también de perspectiva.

Manteniendo el espacio de reflexión y contraste, la mañana la dedicamos a analizar cómo creamos hogar: ¿Dónde transmitimos amor? ¿Qué aire le damos a nuestra casa? ¿Cómo la hago abierta y acogedora? ¿Cuál es la acción transformadora a la que estoy llamado?

Por la tarde nos enriquecemos con la puesta en común; compartimos la experiencia y la vida, nos animamos unos a otros.

Terminamos el día con una Eucaristía preciosa del envío, celebrada por un sacerdote de Madrid; en ella damos gracias por todo lo vivido.

Terminamos con una cena en el jardín y con estupendas representaciones de canciones actuales y de época que hicieron las delicias de niños y grandes. Nadie quería terminar.

DOMINGO. Despedida y cierre. Bajo un clima mitad festivo, mitad triste por la despedida, disfrutamos de unos laudes de alabanza desde el corazón. Como recuerdo, unos llaveros-casas, hechos por los adolescentes, nos los vamos entregando de familia en familia, como símbolo de envío, de compartir, preguntándonos ¿cómo hago habitable mi casa al mundo?

De bien nacidos es ser agradecidos: Sólo queda dar las gracias. Gracias a los jornaleros que han podido vivir todas las Jornadas, gracias a todos los que han ido pasando a lo largo de estas VIII ediciones. Gracias a los animadores. Gracias al equipo de la casa, facilitador y cercano en todo momento. Gracias a los mayores y sobre todo gracias a los niños y a los adolescentes, sin ellos, estas Jornadas de “Sazonar la vida”, no tendrían su razón de ser. Todos y cada uno hemos puesto lo mejor de nosotros mismos para que, el año que viene, estemos deseando repetir.

~~~~~ “Equipo” 2011 de las Jornadas “Sazonar la Vida” ~~~~~