El ardor de la misión compartida

El fuego que arde al mismo tiempo, junto, siempre arde más. Queda claro luego del emotivo y comprometido día que hemos tenido en torno a la misión.

El tema principal a hablar de la misión han sido los pobres. Rápidamente las intervenciones iban descartando el efectismo, y preguntándose sobre las motivaciones de quienes se dedican a labores concretos.

Frente a la desesperanza que a veces provoca el mundo en general, y los contextos particulares en que nos toca estar, decíamos que sí es posible un cambio. Por un lado si hacemos cosas concretas. Algunos en labores directamente relevantes, como la educación, el trabajo asistencial, o las ONGs y Cáritas. Otros en sus lugares de trabajo un poco más alejados de la primera línea. Pero al mismo tiempo varios invitaban a que esos esfuerzos de diverso tipo se vieran siempre contrastados por la cercanía concreta a los últimos de la sociedad. Sino, corremos el riesgo de tener un gusto intelectual por la pobreza. Es fundamental querer cambiar las estructuras, y forma parte central de la espiritualidad de la IT. Pero el cambio de estructuras sólo tiene la dirección correcta si es contrastado siempre. En ese sentido algunos valoraban cuando en las diferentes ciudades, los miembros de la familia IT pudieran tener contacto con esa realidad. Bien sea con un proyecto de la IT, o bien en colaboración con otros proyectos. Esto último tiene el gran valor agregado de permitir el encuentro con otros grupos, y potenciar esfuerzos de mayor calado.

Todo este proceso pide paciencia. Los que son educadores bien lo saben. Vivimos una época de cambios, que algunos prefieren llamar un cambio de época, sólo comparables a grandes momentos de la humanidad como la revolución industrial. Hace falta ser audaces en varios sentidos. Uno para no caer en la tentación de creer que lo que hacemos es suficiente, o lo correcto. No creer tan simplemente que los recursos limitados que tenemos deben seguir siendo usados de la misma manera. Otra razón para la audacia, es que no sabemos cuando va a surgir la oportunidad. Algunos invitaban a 'asomarse cada día a la ventana de la utopía'. Frente a la inmovilidad que produce el creerse poca cosa, algunos recuerdan como el Movimiento 15M surgió porque un par de chavales decidió quedarse a dormir en la Plaza del Sol. Recordamos como la consulta popular por la abolición de la deuda externa hecha en el 2000 comenzó por un grupo de jóvenes que compartían piso. Es posible el cambio, y además el gesto correcto depende a veces de conectar con situaciones concretas que requieren una pequeña chispa.

Por tanto toca estar atentos y no acomodarnos, sino arriesgarnos. No quedarnos tranquilos y vivir como viven los demás en una condición similar. Que hace falta un estilo de vida que sea en alguna medida contra cultural, entendido como no simplemente de acuerdo a la cultura predominante, sostenida por estructuras que crean y perpetúan la pobreza.

Al final de la tarde, cuando escuchamos cuatro testimonios de vida, quedaba confirmado que el esfuerzo, la búsqueda, la insistencia, aún con dudas, son parte de lo que se vive en la familia IT. Se decía sin orgullo, como quien reconoce sorprendido la gracia que ha vivido. Todos ellos comenzaron su camino en ACIT Jóven, tres de ellos por haber estudiado en un colegio de la IT. Uno recordaba como en su adolescencia, al leer textos del evangelio en un momento de desierto, era como si le quitaran las vendas de los ojos. Una recordaba como en ACIT Joven aprendió a convivir, a valorarse y a relacionarse con otros. Ambiente en el cual puede surgir el compromiso. Ella misma recordaba como al terminar el Curso Taller de Voluntariado de InteRed.net, decía a su esposo: "Estoy entusiasmada", dando el paso para servir en la cooperación internacional, aún desde el a veces árido mundo de la gestión. Otra persona hacía énfasis en la necesidad de una Espiritualidad de Resistencia, que viva en la frontera, es decir entre las comunidades excluidas, donde la vida y la esperanza tienen rostro concreto. Junto con los presos leían con renovada sorpresa el episodio de Zaqueo, a quien no se le pidió primero arrepentimiento, Se trata de acoger como Jesús a todos, comenzando con los últimos. El último testimonio nos habló de su vida, que en la IT comenzó en ACIT Joven, y que hoy en día sigue vinculada a la IT. Nos conmovimos al escuchar su propuesta de comprender el matrimonio como una casa abierta. La acompañamos en su lucha por la solidaridad y la cooperación con el desarrollo, tanto en la educación universitaria, como en las instituciones públicas.

En los cuatro testimonios quedo claro que a pesar de las fallas, los esfuerzos son fértiles. Que cada uno en su especificidad tiene algo que decir. Que la misión es más rica cuando es compartida. Lo que refuerza la necesidad de tener días como el de hoy, como la necesidad de compartir la misión con otros en la iglesia como en el resto de la sociedad, especialmente con otras organizaciones.

Terminamos el día haciendo un recorrido en torno a la bienaventuranzas. Desarrolladas y actualizadas, nos declaraban locamente felices si terminabamos en la cárcel, si teníamos problemas en el trabajo por causa de justicia, entre otras cosas. Símbolos como el fuego, la sal, y el agua, se fueron entrelazando durante la noche.

El día fue sobre la misión compartida, que puede resumirse en las bienaventuranzas. Compartidas, oradas y celebradas con los otros.

Jornada Centenaria del Jueves

Hemos llegado a la mitad de las Jornadas Sazonar la vida. El plato fuerte de hoy ha sido la visita a Santa María de Los Negrales, donde hemos celebrado nuevamente con Pedro Poveda y Josefa Segovia el centenario de la Institución Teresiana.

Los temas tratados, los momentos de oración y de trabajo, también las ricas conversaciones de pasillo se han ido desplazando. Desde la alegría del encuentro y sentirnos unidos, pasando por recordar hacia donde está caminando la institución en este momento. La visita a Los Negrales, con el emotivo relato sobre la historia del lugar, y como se enzarza con el núcleo fundamental de la IT, nos permite tocar fondo.

Las jornadas son un momento de renovación, de redescubrimiento. Desde mañana lo serán de reflexión sobre nuestras realidades, y como podemos transformarlas.

En el medio de todo está la memoria fuerte del origen de todo esto. La memoria del fuego inicial, de la generosidad primera, de la generosidad continuada. Es desde esa memoria que vamos dando el paso al compromiso, y que mejor manera de hacerlo que recordando el centenario.

En los momentos más relajados, los que se conocen desde hace tiempo aprovechan para ponerse al día, y los que no se conocen, se preguntan cariñosamente por la historia del otro. Está siempre de fondo las realidades concretas de cada uno. Los grupos ACIT, las familias, los proyectos y sus dificultades. Está también de fondo la recien terminada asamblea plenaria, sobre la cual comienzan a gotear noticias que indican una confirmación y profundización de la dirección tomada por la plenaria de hace cinco años.

Todo huele a un presente intenso, y a un futuro ardiente. Se siente aún más fuerte cuando se ponen las cosas en perspectiva. Mañana hablaremos y oraremos sobre la Misión, para luego seguir con realidades muy concretas. Si así han sido las jornadas hasta ahora, esto promete mucho más. Que así sea.

Segundo día:

Empezamos, como es habitual en nuestras Jornadas, dedicando el día a la oración en "desierto". Simultáneamente, los niños tenían sus primeras reuniones con los animadores. La hora del baño estuvo un poco cubierta por las nubes. Después de nuestro descanso, tuvimos una celebración del perdón, mientras los niños empezaban sus talleres, en los que trabajaron estupendamente. Ya al final de la tarde celebramos nuestra primera eucarístía.

Después de cenar salimos a dar un paseo por el centro de Madrid, donde fuimos testigos del cierre total de la Puerta del Sol y de una manifestación en la Plaza Mayor de los"indignados". Buen día para comenzar estas Jornadas en la perspectiva del compromiso y los desafíos a nuestra misión.

¡¡¡ COMENZAMOS !!!!

Día de intenso trabajo, de viajes, de reencuentros, de alegrias, de ilusión, las caras de los niños y de sobre todo ganas de construir estos días entre todos... Empezamos por la mañana temprano preparando la acogida de los participantes. Por la tarde hemos tenido la presentación de las jornadas y la primera oración. El final del día ha sido espectacular, ya que hemos tenido un espectáculo de magia estupendo de las manos de nuestro querido Josemy.

Mañana más